Mientras es posible que cualquier persona sufra de una enfermedad grave por el coronavirus (COVID-19), es fundamental señalar que los grupos de mayor riesgo incluyen personas de 65 años o más, y personas que consumen tabaco o padecen problemas de salud subyacentes como una enfermedad del corazón, diabetes, asma, cáncer u otras enfermedades respiratorias crónicas. En Arizona, una de cada siete personas, mayores de 18 años, vive con una o más afecciones crónicas, que incluyen una enfermedad pulmonar crónica, diabetes, una enfermedad del corazón y / o cáncer (activo o en remisión). En Arizona, se estima que 75,000 personas mueren cada año como resultado de una enfermedad crónica. Por eso es tan importante que todos sigan las guías recomendadas de salud pública.

Quédese en casa. Sabemos que los que viven con una o más afecciones crónicas son más vulnerables al COVID-19. Quedarse en casa disminuye el riesgo de entrar en contacto con COVID-19. Es muy importante que las personas que padecen una afección crónica se queden en casa lo más posible y solo salgan de su casa para ir a trabajar o para obtener artículos necesarios, como comida, servicios de atención médica o medicamentos. Si tiene que ir a trabajar, si es posible, solicite a su empresa la capacidad de trabajar desde su casa.

Manténgase sano. Es importante durante este tiempo que las personas continúen controlando sus afecciones crónicas para mantenerse sanas y disminuir la carga sobre el sistema de atención médica. Esto incluye:

  •       Lavarse las manos con regularidad durante al menos 20 segundos, especialmente antes y después de comer, tocarse la cara o volver a casa después de estar en público. Si no hay agua y jabón, use un desinfectante para manos a base de alcohol que contenga al menos 60% de alcohol.
  •       Tomar sus medicamentos recetados, según lo indicado por su médico, para controlar su afección crónica.
  •       Tomar y anotar su presión arterial y / o azúcar en la sangre (A1C) para su próxima cita con el médico.
  •       Ahora es más importante que nunca dejar de fumar o vapear. El acto de fumar significa que los dedos (y posiblemente los cigarrillos contaminados) están en contacto con los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca. Para aquellos que desean dejar de fumar, llame a la línea de ayuda de fumadores de Arizona (ASHLine) al 1-880-55-66-222. Los consejeros de ASHLine están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. 
  •       Vaya a cualquier cita médica programada. Si se cancela, pida reprogramar la cita con el médico.
  •       Buscar servicios de apoyo adicionales a través de organizaciones nacionales o estatales, como la American Cancer Society, la American Lung Association, la Alzheimer’s Association, la American Heart Association, la American Diabetes Association o el North American Quitline Consortium.

Manténgase conectado. Mientras nos quedamos en casa y nos mantenemos sanos, todavía hay muchas maneras en que podemos seguir conectados y garantizar el distanciamiento físico, que incluyen:

  •       Volver a, practicar o comenzar un nuevo pasatiempo, como pintar, aprender un idioma nuevo y / o escuchar nuevos géneros musicales.
  •       Mantenerse físicamente activo, mientras sigue las reglas de distanciamiento físico, paseando tranquilamente por el vecindario o el parque local de la ciudad, paseando a su mascota y / o haciendo una clase de yoga en línea.
  •       Aprender y usar la concientización o las habilidades de meditación.
  •       Hablar con amigos y familiares, ya sea por teléfono, o intentar platicar por video virtual.
  •       Si está sintiendo tristeza, miedo o tiene sentimientos de desesperación persistentes que están afectando sus actividades diarias, busque ayuda. Llame a su proveedor de atención médica o comuníquese con la Línea de ayuda de Substance Abuse and Mental Health Services Administration Disaster Distress al 1-800-985-5990.

 Para obtener más información, visite azhealth.gov/COVID19Spanish o arizonatogether.org.